La ruta de Los Rasos de Mataelpino tiene un trazado circular y atraviesa en apenas 4 km. una gran variedad de paisajes y ecosistemas: fincas y cercados ganaderos, matorral, pastizales de montaña y roquedos.
A medida que nos alejamos del casco urbano de Mataelpino, se irán sucediendo una serie de fincas ganaderas con hermosos ejemplares de fresnos (Fraxinus angustifolia), encinas (Quercusilex) y enebros (Juniperusoxycedrus), rodeadas por los tradicionales muros de piedra.
Si volvemos la vista atrás durante el camino de subida, se puede contemplar casi en toda su extensión la llamada Fosa de Cerceda.
Una vez terminada la subida, será sencillo identificar la zona que da nombre a la ruta: ante nuestros ojos se abrirá una amplia extensión de pasto con muy poca pendiente muy cerca del Arroyo de las Callejas. Al ser un terreno muy plano, el agua que desciende de las laderas de la Sierra de los Porrones se acumula con facilidad, dando lugar a pastos herbáceos de gran calidad, a la aparición de charcas y a la formación de turberas.
Las turberas, conocidas también como tollas o trampales, son ecosistemas típicos de zonas húmedas y frías. Se forman en áreas encharcadas en las que se descompone muy lentamente la materia orgánica, formando turba. Se suelen reconocer por la textura esponjosa del terreno (que acumula agua aún cuando parece una superficie seca), la aparición de montículos y la presencia del musgo esfagno (Spahgnumsp.). Son ecosistemas frágiles y muy escasos en nuestra región que debemos conservar.
En épocas de lluvia algunas partes del camino pueden resultar complicadas. Se recomienda en esos casos utilizar la ruta alternativa, señalizada en el mapa, que asciende por la calle de Pozas.