El camino que de manera tradicional une los pueblos de El Boalo y Mataelpino discurre por vías pecuarias con un gran valor patrimonial y cultural, coincidiendo en parte con un tramo del Camino de Santiago.
La ruta completa tiene un trazado en forma de “ocho” pero puede acortarse y simplificarse si queremos realizarla de manera lineal. Saliendo desde El Boalo, tomaremos una cómoda pista rodeada de dehesas de fresnos, prados y pastizales.
La pista desemboca en la Colada de Manzanares a El Boalo, que coincide en su trazado con el Camino de Santiago. En poco más de 1 km. llegaremos a la Ermita de San Isidro, construcción que fue levantada con mampostería de la zona por los vecinos de la localidad durante las décadas de los años 80 y 0. En honor al patrón del municipio se celebra cada 15 de mayo una romería. Junto a la ermita existe un área recreativa donde podemos descansar y disfrutar de las vistas de la Sierra de los Porrones y la emblemática Maliciosa.
Nos desviaremos del Camino de Santiago para subir por la Colada de las Covachuelas, con el pico de la Maliciosa al fondo. Este camino tiene un carácter más agreste ya que se sitúa muy cerca de las laderas de la Sierra de los Porrones. Encontraremos fincas con robles (Quercuspyrenaica), fresnos (Fraxinus angustifolia) e incluso un pequeño bosquete de arce de Montpellier (Acermonspessulanum).
A la entrada del pueblo, junto a un pilón con agua, podremos decidir si acercarnos hasta la plaza Mayor de Mataelpino o continuar con la ruta, que vuelve de nuevo a la pista del Camino de Santiago. Sin pérdida posible continuaremos la marcha hacia El Boalo por un paisaje amplio que ofrece una bella y serena panorámica. A lo largo de todo el recorrido encontraremos multitud de elementos relacionados con la ganadería. Señales de vías pecuarias, pilones y abrevaderos, descansaderos, fincas adehesadas, pastos, cercas de piedra e incluso las huellas del paso de animales, nos recordarán una y otra vez la importancia que ha tenido y aún hoy tiene la actividad ganadera en el municipio.