La ruta sigue un recorrido circular de algo más de 8 km que puede realizarse en ambos sentidos, aunque se recomienda hacerla en sentido antihorario por ser la orientación así más sencilla.
Caminando por pistas y vías pecuarias nos iremos alejando del casco urbano de El Boalo, encontrando a nuestro alrededor prados y dehesas de fresnos o encinas, muchas de ellas rodeadas con las tradicionales cercas de piedra. Dependiendo de la época del año, será posible ver vacas y terneros pastando en el interior de estas fincas ganaderas.
Poco a poco dejaremos atrás las zonas más planas del recorrido e iremos ganando altura, ascendiendo suavemente hasta terrenos donde las rocas de granito serán las protagonistas del paisaje.
Muy cerca del Collado de Quebrantaherraduras podremos tener una panorámica completa de La Pedriza. Si el día es claro, podremos distinguir algunos de sus riscos más conocidos, como la Torres (que con sus 2.029 m. son los riscos que alcanzan más altura), el Yelmo (muy conocido por su inconfundible forma), o el Cancho de los Muertos (escenario de varias historias y leyendas populares).
El área recreativa situada junto a la ermita de San Isidro, equipada con mesas, bancos y una fuente de agua potable, puede ser un buen lugar donde descansar y retomar fuerzas antes o después de la caminata.